El amor no nos convierte ni en sabios, ni en santos, ni en inofensivos. Por el contrarios, muchas veces nos vuelve necios, posesivos, y por lo tanto perjudiciales para quienes amamos o creemos amar. Sufrimos y hacemos sufrir por eso.
Sin embargo, tiende a creerse, a mi juicio con ligereza, que el "amor verdadero" no incurre en esta clase de contradicciones tan propias de nuestra condición, tan humanas com la experiencia misma del amor.
Lo cierto es que cuando logramos saber amar y sentirnos amados , la efímera tragicomedia de nuestros días accede al único sentido al que pareciera poder aspirar.
Sin embargo, tiende a creerse, a mi juicio con ligereza, que el "amor verdadero" no incurre en esta clase de contradicciones tan propias de nuestra condición, tan humanas com la experiencia misma del amor.
Lo cierto es que cuando logramos saber amar y sentirnos amados , la efímera tragicomedia de nuestros días accede al único sentido al que pareciera poder aspirar.
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