agosto 19, 2009

Vintage photo

No sé mucho de ellos juntos. No los viví; apenas cuento con fotos y una que otra declaración de amor garabateada detrás. Cuando me preguntan por el tema, suelo contestar que el no tener recuerdo de ellos como pareja me ayudó a aceptar la realidad de la distancia. Y, si bien tiene mucho de cierto, también sé de noches en las que el agujero se agranda y me permite espiar historias de otras vidas, desenlaces distintos, posibilidades y rencillas del “qué hubiera sido si”. Pues no lo sé, ni aún jugando. Hoy las circunstancias me indican realidades tan distintas, que de a ratos me cuesta entender cómo fue que estuvieron casados. ¿Cuánto puede cambiar una persona en una vida? ¿Cuántas vidas entran dentro de un destino?

Lo entiendo, siempre lo entendí. Se trata de redoblar las chances de ser feliz, de permitirse crecer, cambiar, madurar. Y a veces, en esos recodos, nos soltamos la mano.

de ella, que a
veces me inspira.

1 comentario:

Blue dijo...

Mirá que me sonrojo, eh...