Hablé de vos una y mil veces, me jacté de conocerte y hasta prediqué ser tu amigo íntimo, pero la realidad es que te descuidé, me olvidé de regarte, me dejé estar. Hoy te sigo buscando, ya no se que hacer. Te necesito ahora, te lo pido, sos lo que va a marcar mi camino, ¿podrías apiadarte de mí?
Sin vos ahora, todo lo que veo es una aburrida gama de grises. Extraño aquellos pigmentos que solíamos descubrir juntos. Esos que contaban más de una historia.
Inspiración, estás?
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