La vida actual era un caos; pero en la imaginación había algo terriblemente lógico. La imaginación es la que pone al remordimiento sobre la pista del pecado. La imaginación es la que da a cada crímen su prole deforme. En el mundo común de los hechos los malos no eran castigados, ni recompensados los buenos. El éxito se entregaba al fuerte, el fracaso correspondía a los débiles. Eso era todo.
El retrato de Dorian Gray; Oscar Wilde.
De eso se trata, lo que uno elabora en su cabeza es eso que hace que cada crímen termine siento brutal, macabro, sádico. No es el crímen en sí, sin que es ese instante creativo lo que le da color a lo cometido. Oh, fucking truth.
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