Junio 2009
Unos meses atrás...
Pero yo, mintiéndome también, empecé con el casting. Por bronca, por ganas, por aburrimiento, por seguridad, por necesidad, por las razones incorrectas.
**
Y mientras te espero con este vodka con speed en la mano y sabiendo que no nos vamos a besar como a mí me gustaría, me pregunto por qué esta movida me cuesta tanto. Es tan simple como mirarte y querer besarte. Tan fácil y sin costo alguno. El-no-ya-lo-tenés. Y mientras te sigo esperando me sigo metiendo más y más en el papel de no acercarme a vos por más que muera de ganas. El deseo de que con esta mano rodearte la cintura pegada a tu vestido que te queda bárbaro (y estás bárbara) y tener esa boca roja que me enciende tanto.
Volviste. Volviste para que sigamos hablando nonsense, la banda, la ropa, el boliche, la imagen, y-yo-que-no-te-voy-a-comer-la-boca. Me río, sí, obvio, pero lejos del compromiso prefería estar besándote en vez de reirme como un idiota.
Y ahora ok, vamos. Sabiendo que en esta caminata las posibilidades de forzar algo que debe ser estríctamente casual y sin meditar son mínimas. Para ahora, una vez cerciorados de que hicimos las cosas bien, te vayas a tu casa y yo me quede, como día por medio, pensando en vos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario