Breves, pero realmente placenteros. Ellos pueden abarcar desde un beso apasionado en un atardecer hasta una salida entre amigos y amigas que sólo buscan conquistarse en su constante histeria. Algunos conseguirán en 15 días darle a su vida la adenalina que jamás conseguieron en 7 años de noviazgo.
El verano es la mejor manifestación del alter ego. El bronceado de la piel, los kilos ganados y esa sensación de que el mundo terminará en cualquier momento, son detonantes para no reprimir el placer. Las vacaciones entonces, merecen ser vividas intensamente. Ya el otoño se encargará de traer otra vez la infalible realidad.
El verano es la mejor manifestación del alter ego. El bronceado de la piel, los kilos ganados y esa sensación de que el mundo terminará en cualquier momento, son detonantes para no reprimir el placer. Las vacaciones entonces, merecen ser vividas intensamente. Ya el otoño se encargará de traer otra vez la infalible realidad.
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